El funcionamiento de la auriculoterapia es bastante fácil con mapa de contorno. El cerebro tiene un mapeo del cuerpo que le permite gestionar todas sus funciones. Esta asignación también se representa en la oreja. Cada información que se trasmite desde el cuerpo hasta el cerebro a través de los pabellones de las orejas, es la misma para las órdenes que descienden desde el cerebro al cuerpo. El tratamiento se da en las áreas específicas de la oreja (por aguja u otra técnica) para actuar sobre el funcionamiento de los órganos correspondientes.
La auriculoterapia, va entonces a consistir en tratar el conjunto de los puntos en correspondencia con la patología. El punto a tratar es muy preciso. Esta expresión de la patología es un complejo neurovascular alterado, y se buscará sensibilidad. Podemos ubicar su medio milímetro más cercano por la detección eléctrica o ya sea por palpación.
Los tratamientos están diseñados para modificar la estructura del punto. Se puede realizar de varias maneras:
• Por medio de finas agujas estériles, puestas durante unos segundos o minutos
• Agujas estériles semipermanentes (ASP), que se dejan en su lugar por unos días a unas semanas
• La aplicación de frío (crio auriculoterapia), una técnica que ha sido desarrollada recientemente.
La terapia auricular en sí misma es casi indolora para el paciente: las agujas caen espontáneamente después de unos días o incluso semanas.
El resultado se puede sentir instantáneamente o en algunas horas. En pacientes altamente reactivos, se puede observar una reacción al empeoramiento de tipo efímero (salida de reacción). Como regla general, se siente un cambio a la semana en casos recientes y en el mes para casos mayores. Si el resultado es insuficiente, se recomienda una nueva sesión. En caso de falla aparente, no te desanimes: la auriculoterapia permite varios métodos para el tratamiento del dolor o enfermedad. Una nueva sesión se realizará, si el resultado no es el deseado, o una vez atenuado el efecto beneficioso. En general, 3 tratamientos iniciales son necesarios en la mayoría de los casos y el tratamiento es adaptado según el tipo de patología de su cronicidad o no, etc.... Uno o más refuerzos regulares pueden ser necesarios.
Las bases científicas: que se remonta a los albores de los tiempos (3500 años antes de J.C) y la primera forma práctica empírica, redescubierta en la década de 1950 por el médico francés: el Dr. Paul Nogier, además de ser oficialmente reconocida por la O.M.S., esta disciplina ha sido propulsada en la medicina moderna a través de las neurociencias y notoriamente por la neuroimagen. Ella se explica por mecanismos neurobiológicos y neurogenéticos: durante el desarrollo fetal, aparece en la oreja una asignación similar a la que existe entre el cerebro y el cuerpo entero. Esta correspondencia neurofisiológica permite el envío de demandas terapéuticas al cerebro. Si estas demandas son sensibles y relevantes, el cerebro intenta, bajo muchas leyes de la neurofisiología, corregir o mitigar los problemas.
